Gracias a los viajes de Beach Mission, he aprendido a dar testimonio de mi fe de una forma sencilla.
Lo mejor fueron las primeras veces, cuando sólo pasaba el rato con alguien, pero después de unas cuantas tardes aprendes a mantener conversaciones por tu cuenta. Habiendo estado en el camino, ahora también me las apaño mejor para entablar conversaciones en la vida diaria sobre la fe con a.o.
estudiantes del campus. Así que la cuestión no está sólo en el viaje en sí.
Si eres cristiano y tienes corazón para Jesús, y para la gente que aún no le conoce, ¡únete a nosotros!
Historia de vida
Actualmente estudio en Delft (Gestión e Ingeniería de la Construcción) desde hace más de 5 años, antes vivía en Huizen y soy miembro de la Asociación de Estudiantes C.S.R.-Delft.
En realidad he sido cristiano toda mi vida y creo que Dios ha estado trabajando toda mi vida para moldearme en lo que realmente soy. Conocí al «Dios teórico» en la iglesia y en todo tipo de clubes, clubes juveniles, etc. De hecho, ya entonces decidí que este Dios, del que aprendí que es amor, se convirtiera en mi Dios.
Sin embargo, cuando empecé a estudiar, aprendí que Dios quiere ser un Padre, no un Dios desapegado. De hecho, siempre lo ha deseado. Llegué a conocer a Dios como una Persona con la que podemos tener una relación. ¡Por fin me di cuenta de lo que significa que Jesús viniera a la tierra vivo por nosotros y pagara por todo lo que se interponía entre Dios y yo!
De repente empecé a comprender que Dios me pedía algo más que mis conocimientos teóricos sobre Él. De hecho, Él tiene un plan para la vida de cada persona en esta tierra.
Este plan de Dios es genial. Es increíblemente complicado y a veces no lo entiendo en absoluto, pero he llegado a descubrir que en todas las situaciones funciona mejor que mi plan y por eso me he resignado a ello. Me encanta mantener conversaciones con creyentes y no creyentes sobre quién es Dios y qué quiere hacer en nuestras vidas.
Quiero animarte, como cristiano o no cristiano, a que sigas (sigas) este plan. Aunque no siempre está claro exactamente adónde conducirá este plan, está bien dar pequeños pasos lentamente. Cada vez es una elección dar el paso, ya sea el milésimo o quizá el primero con Dios.
Quiero retarte a que des (sigas dando) este paso. ¡Dios está preparado con los brazos abiertos!
Simon