Supongamos que mis padres no fueran religiosos, no me hubieran llevado a la iglesia y no me hubieran enviado a la escuela cristiana.

Supón que no hubiera crecido con las historias de la Biblia, que no hubiera oído que tengo un Padre Celestial que se preocupa por mí y que su Hijo, Jesús, colgó de la cruz por mí para concederme el perdón, la redención, la limpieza, la curación, la reconciliación para que pueda nacer de nuevo.

Supón que no hubiera oído hablar del Espíritu Santo que ahora mora en mi corazón y me ayuda a creer todo esto.

¿Me habría encontrado entonces con un empleado de Beach Mission en mis vacaciones?

¿Me había explicado entonces un participante de la Beach Mission que necesito la salvación?

¿Si un miembro del personal de Beach Mission me hubiera preguntado entonces por el propósito de mi vida y me hubiera señalado mi destino?

¡Espero sinceramente que así sea y ese es también mi deseo para ti!

Por eso acojo con satisfacción mi papel en el Consejo de Supervisión de Beach Mission. Ojalá podamos llegar a ti con el evangelio= buenas nuevas y que tú también cojas la Biblia para leer todas esas hermosas historias de Jesucristo y las guardes en tu corazón.

Soy Mirjam Schoemaker, tengo 47 años y estoy casada con Gunther. Juntos tenemos tres hijos y vivimos y practicamos la Iglesia en Nieuwerkerk aan de IJssel.

El trabajo de evangelización es un hilo conductor en mi vida. Desde los campamentos de verano de Signpost, el club bíblico de vacaciones, las reuniones de Gideon y la organización de las marchas de Pascua, hasta ahora, un puesto en la organización Beach Mission.

En la vida laboral, soy propietaria de IJssel Juweliers, también situada en Nieuwerkerk aan den IJssel, donde pongo en práctica mis dotes comerciales y empresariales y donde a veces tienen lugar conversaciones muy agradables.